Después de la muerte de Spock (Star Trek II: La ira de Khan), el doctor Leonard McCoy (DeForest Kelley) comienza a sufrir trastornos mentales y sueños relacionados con Spock. El almirante James Kirk, desobedeciendo la orden de que ninguna nave se acerque al planeta Génesis, creado por la explosión del dispositivo Génesis y ahora calificado como una "controversia intergaláctica", roba al Enterprise tras su retirada del servicio debido a los graves daños causados por la última batalla que libró. Secundado y acompañado por sus oficiales, se dirige al mencionado planeta, donde, tras un enfrentamiento con los klingon que deja la nave completamente inutilizada y ante la muerte de su hijo David Marcus a manos de éstos, no tiene otro remedio más que destruir al Enterprise en un intento desesperado de obtener ventaja ante sus adversarios. Después de escapar de su condenada nave, Kirk y sus leales amigos van al encuentro con un Spock joven pero sin memoria, y encontrándose con que el planeta es ahora inestable, envejeciendo a pasos agigantados, estando Spock ligado al mismo proceso. Tras una batalla entre Kirk y el Comandante Kruge (Christopher Lloyd) donde el primero sale victorioso, escapa del planeta en destrucción y se traslada a Vulcano en la nave klingon, llevando a Spock.
Allí, después de una ceremonia altamente peligrosa y compleja (el ritual Katra), se le reincorpora la memoria a Spock, que permanecía en la mente de McCoy. Ahora reunidos, todos permanecerían en Vulcano para prepararse para responder por sus actos de vuelta en la Tierra. La acción se sitúa hacia el año 2285.
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