El conde de Greystoke

Hacia finales del siglo XIX, Lord Greystoke y su esposa Lady Alice, parten desde Inglaterra para una expedición al Oeste de África Ecuatorial. El barco naufraga y solo sobreviven el conde y su esposa que está embarazada. Poco después nace su hijo y a la muerte del matrimonio, éste es adoptado por una colonia de gorilas, que crece como uno más de ellos y que ya de adulto, se convierte en su rey. Años después, cuando una expedición británica, al mando del capitán Phillippe D'Arnot es atacada por los indígenas, el joven Tarzán rescata a Phillippe, y este descubre por una medalla que su salvador es John Clayton, heredero de los condes de Greystoke. Convertido en su amigo, le traslada a casa de su abuelo, Lord Greystoke en Inglaterra, donde es presentado a su familia, acogido como un hijo pródigo y educado de acuerdo con su rango. Pero la adaptación a la nueva vida resultará difícil.

Phillippe se encarga de su educación en las más estrictas normas de urbanidad y protocolo correspondientes a la aristocracia victoriana británica de la época. John conoce a una joven, Lady Jane Porter, con la que comienza a intimar. Ella ve en él esa libertad y pasión que las normas sociales consideran prohibidas. El drama se desencadena cuando al castillo familiar llevan un mono enjaulado. El lado más salvaje de John reaparece nuevamente, llegando a la conclusión que no le interesa la civilización, sino que su verdadera casa está en la selva africana con sus amigos los monos. Será entonces cuando se plateé regresar, pidiendo a Jane que le acompañe.